jueves

¡¡¡¡¡VAMONOS PA´LA FERIA!!!!


Tengo un sofocooooon…me puse ayer el traje de flamenca, el del año pasado…y claro, un dramón. No sé si os conté que he hecho un estudio…de los buenos…de los empíricos buenos…y los resultados demuestran que engordo al orden de 10,96 gramos/día…Y ¿qué pasa?...Que eso se lo nota una como al tiempo…a traición…es una especie de engorde con alevosía.
Yo no sé si es la retención de líquidos o es que a mí, por arte de birlibirloque me están saliendo músculos así….a lo loco, y como dicen que los músculos pesan más que la grasa…pues ahí tienes, eso va a ser lo que me pasa…

El caso es que me enfundé el traje de gitana como pude (a mí a bruta no me gana nadie)…de abajo a arriba…que ya sabéis lo que me pasó la última vez que lo hice al revés…

Digno de ver, en serio,...las carnes que me sobraban se iban acumulando cada vez más pa´rriba, a medida que me iban embutiendo el traje…Total que cuando me cerraron la cremallera entre los tres (mi vecina Ceci, una hija suya y el señor que me estaba arreglando la persiana) la chicha me “reborboteaba” por el único hueco del vestido que quedaba al aire: el escote.
Tanto es así, que cuando me giré, el de la persiana no daba crédito…”tú te va´a´comé eso?”…me dijo el tío mirándome las tetas….
Pues de esa guisa me fui a la feria…iba sin flor ni ná…me tiraba tanto el traje de “tos” “laos” que los brazos no me llegaban a la cabeza. Y además mi vecina y compañía salieron pitando de mi casa en cuanto me vieron metida en el traje, temiendo, creo yo, que aquello reventara y matara a alguno de ellos de un “cremallerazo”…

Como tardé tanto en vestirme, me tuve que ir sola y pille un taxí…el hombre me tuvo que ayudar y tó. Él me abrió la puerta de atrás y  yo me tiré dentro como un saco papas…como  si fuera una alfombra enrollá, y así fui todo el camino… “es pa´que no se me arrugue el traje, sabe usted”…le gritaba al taxista que me miraba perplejo por el espejo retrovisor.
 Y luego a la hora de pagarle otro numerito….Yo “tumbá” le iba indicando al hombre…”entre el segundo y tercer volante, descubrirá usté un bolsillito enganchao con un imperdible, ahí encontrará un pase de la caseta de Lipasam, un pintalabios bermellón y un monederito con dinero….”

Total, que el hombre cogió el dinero, me sacó del taxi tirando por los tobillos, me puso de pie (como pudo), me colocó mis brazitos en jarra (pa´darme un toque más flamenquito) y allí me dejó, debajo de la portada…Parecía un “meniquí”…
Por fin me recogieron mis amigos (además literalmente, porque con la bulla caí al suelo y allí me quedé…inmóvil, impasible, inconmovible… mirando a las estrellas y reflexionando… “a veces me siento taaaaaan cansada”) y me llevaron a la caseta.

Dos veces me sacaron a bailar y las dos veces tuve que decir que no…¡¡¡¡pero cómo iba a bailar… si yo me estaba muriendo de a poco allí!!!!...Si los culos pudieran gangrenarse, el mío estaba a punto…y encima la orquesta con la guasa:
“pa´quearteeee sentaiiiitaaaa no bajeees niñaaaa a la feeeriaaaaaaa….no bajes niñaaa la feriaaaaaa….”
Y entonces decidí que la noche acababa allí...Me desabroché el traje,  me quité el zapato (el otro lo había perdido en el taxi), me compré un chocolate con churros y me fui andando pa´mi casa…despacito…sin prisas…y a compá…

“Ahí viene mi moreno,
por la plazuela, por la plazuela,
y yo lo estoy esperando,
tras la cancela, tras la cancela
 y es que en Triana,
los niños no te quieren si no te guardas, leré”