
Así que, viendo mi trayectoria
emocional, aquí estoy, al lado del teléfono, sin moverme, no vaya a ser que me
llamen de la National Aeronautics And Space Admnistration.
-
¡Abuela, que voy a por el pan, que no me llevo el móvil, que si llaman de la
Nachonal, Aronautis Espeis Administrachon, que te dejen la razón, que vuelvo
enseguida…
- Mu bien, y tu por favor, si te encuentras a un espía ruso con cara de
frío en la panadería, le dices que lo del asalto del museo de esta noche no va
a poder ser,…que hoy estoy fatal de las piernas!…no te jode…!
La muy vieja…
Pero vamos, que entrar en este
sitio tampoco ayuda a encontrar novio. Allí la estrella es un tal Jet KC-C135,
también conocido como el "cometa del vómito".
Si a mi se me ponen malos pelos
con la humedad, imaginaos metida ahí, cuando después de varios períodos de
"ingravidez", el jet comienza a dar zambullidas en una altitud de 35
000 a 24 000 pies, para seguir con una caída de cerca de 20 segundos. Hasta que
finalmente el avión vuelve a su altitud normal. La secuencia es repetida unas
40 veces por día.
Y esto se lo hacen a los
inteligentes…a saber lo que le hacen a los tontos.
Es que sales de allí con ganas
de irte al Houston ese tan famoso que vive allí y decirle: “Mire usted, la
capital de Francia es Jerez de la Frontera y un logaritmo neperiano es un tío
con bigote… ¿me puedo ir ya?”
Ahora, que yo ya estoy haciendo
mis pinitos…cuando voy a pagar la copa en la disco, cojo todo el dinero que
llevo en el monedero, abro la mano delante del camarero y le digo sonriendo:
“Coge tu lo que sea porque yo ahora con esto de los euros y los centésimos me hago
un lío…jijijiji”
A ver si así, poco a poco,
hay un poco más de suerte
tienes una nueva lectora!
ResponderEliminarMuchas gracias María del Mar! Cuento contigo a partir de ahora!!!
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